A lo largo de nuestra larga andadura como asesoría, hemos visto innumerables nuevos proyectos de creación de empresas con todo tipo de situaciones financieras, desde aquellas que operan con un presupuesto reducido hasta aquellas con fondos verdaderamente solventes.
A veces, la suerte y el destino juegan a favor de unas y en contra de otras, pero bien es cierto que algunas de esas nuevas empresas muestran resistencia, pensamiento innovador y toma de decisiones inteligentes, y estos factores promueven el éxito de este tipo de proyectos frente a otros que carecen de ellos.
Es cierto que, para un nuevo emprendedor –o uno veterano- puede parecer aterrador arrancar al principio, pero a continuación os proponemos una lista de cinco consejos para hacer que vuestro modelo de negocio gane en funcionalidad a la hora de crear una nueva empresa, y estéis un paso más cerca de alcanzar el éxito.
Es preciso crear y administrar un flujo de ingresos
Una empresa, durante el desarrollo de su actividad, pero muy especialmente durante el inicio, necesita una buena cuantía de dinero. Más alá de disponer de ahorros previos, es necesario mantener un volumen de ingresos –más o menos importantes- de manera constante, de modo que podáis hacer frente a cualquier tipo de imprevisto. Buscar o mantener un empleo secundario hasta la creación de la nueva empresa es una excelente idea.
Necesitaréis desarrollar más habilidades
Las labores de dirección de una empresa siempre son tremendamente interdisciplinarias, por lo que necesitáis una formación adecuada para las funciones que vais a necesitar cubrir. No obstante, una excelente opción sería delegar en una asesoría como Asesoría Morlán todos aquellos servicios relacionados con la asesoría fiscal, mercantil, contable, laboral y jurídica, de modo que podáis invertir vuestro tiempo en cubrir otro tipo de necesidades.
Requiere un gran sacrificio y responsabilidad
Para aquellos fundadores de una futura empresa que pensáis que en menos de un año vais a lograr un proyecto solvente, que goce de perfecta estabilidad, y que incluso os permita ganar dinero, definitivamente no lo hagáis. Buscad asesoramiento primero e informaos bien. Todo proyecto empresarial, y muy especialmente en sus inicios, es duro y sacrificado. Requiere todo nuestro tiempo. Es como un pequeño brote verde que aspira a convertirse en un árbol. Tenemos que cuidarlo, permitir que crezca fuerte, y tal vez eso significa renunciar a unas vacaciones o a un coche nuevo. Al menos por ahora.
Evitad las deudas
Muchos emprendedores creen que un nuevo proyecto empresarial se sustenta con la solicitud a una entidad financiera de un crédito millonario, que en algún momento habrá que hacerle frente. Este error es terrible, y puede suponer el punto y final para vuestra nueva empresa desde el comienzo. Del mismo modo que no deberíamos vivir por encima de nuestras posibilidades en nuestra vida personal, por todos los riesgos y consecuencias que puede acarrear, tampoco debemos hacerlo en nuestra empresa. Debemos tratar de ahorrar primero el dinero necesario, y justificar cada gasto que vayamos a hacer para evitar acumular pagos que generen intereses y aumente una futura y peligrosa deuda.
Mantened la vida personal y los negocios separados
Algunos emprendedores piensan que, debido a que sus inicios son humildes y precisan muchas atenciones, la solución perfecta es hacer frente a todos estos gastos con sus ahorros personales. En realidad, ahora es más importante que nunca separar los gastos personales de los comerciales, ya que resulta absolutamente normal que no tengáis experiencia previa en la administración de dinero y, además de generar un enorme volumen de gastos en vuestras cuentas personales en un tiempo record, podrías estar enmascarando una mala gestión del capital. Separad siempre gastos e ingresos personales de los de la nueva empresa, ya que ahora al principio pueden producirse este tipo de situaciones y si todo está perfectamente separado, los fallos y errores serán más claros y fáciles de detectar.