A veces, un simple correo enviado con buena intención se convierte en un problema legal. Por eso conviene establecer protocolos claros en la empresa. La desconexión digital no es un lujo, es un derecho reconocido. Ignorarlo puede suponer sanciones económicas y un golpe a la reputación de tu negocio.
En los últimos tiempos hemos visto cómo los tribunales ponen cada vez más el foco en un asunto que hasta hace poco parecía secundario: el derecho a la desconexión digital. Lo que antes se interpretaba como un simple gesto de cortesía -respetar los tiempos de descanso- hoy se ha convertido en una auténtica obligación legal para las empresas. Y lo que es más importante: no cumplirlo puede traer consecuencias jurídicas y económicas nada agradables.
Un ejemplo reciente nos llega desde Galicia, donde el Tribunal Superior de Justicia ha condenado a una compañía por enviar correos electrónicos a una trabajadora que estaba de baja médica. Puede que los mensajes no exigieran respuesta inmediata, ni contuvieran un tono amenazante, pero el simple hecho de recibirlos, estando en plena incapacidad temporal y atravesando un problema de salud, se entendió como una intromisión indebida en su vida privada y en su derecho a recuperarse en paz. El resultado fue una indemnización de 1.500 euros y un recordatorio para todas las empresas: la desconexión digital no es opcional.
Lo que implica realmente la desconexión digital
Cuando hablamos de este derecho no nos referimos únicamente a que el trabajador no deba contestar correos fuera de su horario. El alcance es mayor: significa que la empresa no debe enviar comunicaciones laborales en momentos en los que el contrato está suspendido o el trabajador está de descanso. Una baja médica no es solo la ausencia física en la oficina o en el teletrabajo, es un tiempo de recuperación que debe ser respetado de forma absoluta.
Si la persona está enferma o de baja por ansiedad, como sucedió en este caso, recibir correos reiterados de la empresa no solo interfiere en su descanso, sino que puede agravar la situación, aumentando la sensación de presión y vigilancia. Y eso, además de dañar al trabajador, expone a la empresa a reclamaciones por vulneración de derechos fundamentales.
Lo que está en juego para tu empresa
Aunque la sanción económica de este caso concreto fue moderada, la enseñanza es clara:
- La reputación de la empresa puede verse seriamente dañada. Nadie quiere ser conocido como «el jefe que no respeta ni la baja médica».
- El clima interno se deteriora. Si los compañeros perciben que la empresa presiona a alguien en plena baja, el mensaje que reciben es que sus propios descansos tampoco están garantizados.
- Los tribunales cada vez son más firmes en estas cuestiones. Esto significa más posibilidades de demandas, juicios y pérdida de tiempo en asuntos que podrían evitarse con un poco de organización y sentido común.
Buenas prácticas que conviene adoptar
Para no correr riesgos innecesarios y, sobre todo, para mostrar sensibilidad con tu equipo, te recomendamos algunos pasos sencillos:
- Protocoliza la desconexión digital. Deja por escrito que durante una baja nadie debe enviar correos, llamadas ni mensajes al trabajador ausente.
- Reparte funciones internamente. Si el trabajador llevaba asuntos importantes, asegúrate de reasignarlos a otro compañero antes de que se produzca la baja, de manera que no haya necesidad de acudir a él.
- Informa al resto del equipo. A veces no es la dirección, sino un compañero bienintencionado, quien manda un correo. Una política clara evitará malentendidos.
- Si surge una urgencia real, documenta la necesidad y busca canales alternativos que no impliquen trasladar presión al trabajador en baja. Estos casos son muy poco frecuentes y deben ser la excepción, nunca la norma.
Por último, hay que recordar que el Ministerio de Trabajo ha puesto en marcha la tramitación urgente de un Real Decreto para reforzar el registro de jornada digital, con carácter más accesible y transparente. En ese nuevo sistema, el registro deberá ser electrónico, accesible remotamente para el trabajador, sus representantes y la Inspección de Trabajo. Además, ese registro digital pretende registrar no solo la entrada y salida, sino diferenciar los distintos tipos de tiempo (trabajo efectivo, horas extras, periodos de disponibilidad, etc.). Se está barajando que ese nuevo sistema contribuya a fortalecer el derecho a la desconexión digital, al hacer más controlables los excesos, las comunicaciones fuera de horario y el cumplimiento de límites legales.
Pueden ponerse en contacto con el departamento de Laboral de esta Asesoría para cualquier duda o aclaración que puedan tener al respecto.
Un cordial saludo,