Tal y como nos indican desde el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal o SEPE, los servicios de restauración, seguridad, vendedores, científicos o intelectuales, contabilidad, administración y otros empleados de oficina, se encuentran entre los empleos más demandados por empresas hoy en día.
Si nos encontramos en una situación de paro o desempleo, ¿existe algún modo de aumentar las posibilidades que tenemos de encontrar un empleo? ¿Qué formación necesito para ser autónomo? Y si ya tengo trabajo, ¿cómo puedo ascender a mejores puestos dentro de la empresa? A continuación, os damos las claves y recomendaciones que nos indican desde SEPE.
Opción 1. Empleo de reposición
Hay que tener en cuenta que las previsiones a 2020 indican que una parte importante del empleo se generará por la demanda de sustitución que, junto con el empleo en los sectores emergentes, será necesario atender a corto plazo. Las necesidades de formación tardan en formalizarse, hasta que los sectores emergentes empiezan a madurar.
Las nuevas ocupaciones suelen ser el resultado de nuevas combinaciones de otros puestos ya existentes. El cambio en las ocupaciones es consecuencia de introducir nuevas competencias y perfiles que reorientan la naturaleza del puesto –por ejemplo, la informática, que se ha expandido a todos los perfiles profesionales-.
Si tenemos en cuenta los afiliados a la Seguridad Social mayores de 60 años, se podría prever a corto y medio plazo en qué actividades el sistema productivo va a demandar mano de obra para sustituir a la que sale del mercado laboral.
Opción 2. Autónomos, jóvenes y emprendimiento
Para favorecer a los jóvenes emprendedores y a los trabajadores autónomos que compatibilizan las tareas de producción con las de gestión de su propia empresa, es necesario la formación teórica y práctica en competencias de dirección y administración de negocio, así como de contabilidad, conocimientos financieros básicos, conocimientos jurídicos y de normativa, relativos a organización del trabajo, legislación laboral, prevención de riesgos laborales, además de todo lo relacionado con la creación de empresas y microempresas.
Opción 3. Acreditaciones, habilidades profesionales y experiencia laboral
Sería necesario asignar la máxima prioridad a las acciones formativas dirigidas a facilitar la obtención de los certificados de profesionalidad relacionados que acrediten o habiliten para el ejercicio de ocupaciones reguladas, ya que para el ejercicio de estas la normativa obliga poseer el correspondiente título acreditativo.
Además, es conveniente consolidar los procesos que permiten el reconocimiento de la profesionalidad de los trabajadores con experiencia para facilitarles la obtención de los certificados de profesionalidad y la realización de los itinerarios profesionales correspondientes.
En esta línea, si la persona desempleada carece de experiencia laboral previa, es altamente recomendable que opte por realizar prácticas en empresas. De manera complementaria a la formación, es necesario implementar una mayor interacción con las empresas para actualizar y mejorar la calidad de los contenidos aprendidos.
Resaltando la importancia de que las prácticas sean las adecuadas a la formación recibida, para lo cual es necesario potenciar la figura del tutor de empresa. Además, las prácticas en las empresas permiten el acceso de los alumnos a una mayor gama de herramientas y maquinaria actual que la que se puede disponer en los centros educativos. Paulatinamente, vuestras habilidades profesionales irán creciendo al tiempo que vais acumulando experiencia laboral para tener oportunidades en puestos de mayor responsabilidad y mejor remunerados.