Tiempos complicados que se convierten en inolvidables con la familia
Estamos viviendo tiempos complicados. La declaración del estado de alarma insta a la población a quedarse en casa con el fin de romper la cadena de contagio del coronavirus COVID-19. Esto es un hecho inevitable y que todos debemos cumplir a rajatabla por el bien de la ciudadanía, de la sociedad en su conjunto.
Lo que si depende de cada uno de nosotros es cómo nos tomemos esto y lo gestionemos en nuestros hogares. Debemos evitar caer en el miedo, la incertidumbre y la pesadumbre. Esta crisis pasará y cómo salgamos personalmente de ella depende de nosotros.
Disfrutar de los pequeños detalles en familia
Es tiempo de pasar momentos en familia. Y aunque siendo realistas sabemos lo complicado que puede llegar a ser gestionar el teletrabajo y estar todos, todo el tiempo juntos en casa, es fundamental cómo comentamos en una entrada anterior, establecer unos horarios y rutinas, en las cuales uno de los puntos más importantes debe ser pasar tiempo de calidad en familia.
Aunque sea poco, pero de calidad. Es decir, debemos estar en lo que celebremos en cada momento. Y si es el tiempo de estar con los pequeños jugando, estemos en ello, apartemos los móviles, dejemos a un lado el trabajo y disfrutemos de estos momentos únicos que por otro lado nos está regalando la vida. Disfrutemos al máximo de nuestras familias. Sin duda, estos días no los vamos a olvidar, pero tampoco lo harán nuestros hijos. Van a quedar en el fondo de sus memorias guardados y de nosotros depende construir bonitos recuerdos, momentos únicos que reforzarán los lazos de unión de nuestra familia para siempre.
Para los hijos los padres somos sus espejos. Cómo gestionemos estos momentos de crisis es una gran lección de vida, que no debemos olvidar en ningún momento, ahora les estamos dando. Mantener la calma, el optimismo, estar tranquilos, ofrecerles paz y serenidad es lo mejor que podemos ofrecer a nuestros hijos en estos momentos. Que nos vean bien, sin miedo al futuro, aunque sin quitar realismo a la situación por supuesto, ayudará a reforzar su autoestima y personalidad.
Por eso en estos momentos es fundamental mantener la serenidad, estar alegres con nuestros hijos y disfrutar al máximo el tiempo que podamos dedicarles. Qué hacer en ese tiempo ya dependerá de cada familia. Lo conveniente es hacer una reunión familiar en la que cada miembro diga cuáles son sus preferencia para disfrutar todos juntos y luego como padres conscientes debemos ser los encargados de crear instantes preciosos.
Despertarles con mucho amor y alegría, compartir la mesa todos juntos, aprovechar para conversar en desayunos, comidas y cenas. Dejarles preguntar, opinar, disfrutar de las conversaciones. La escucha activa, la calma y la creatividad serán nuestros medios con los que transformar cada oportunidad en pequeños momentos inolvidables.
Y cuando flaqueemos recordar la importancia que tienen estos pequeños momentos para construir una relación sana con nuestros hijos. Momentos que además marcarán su futura relación con nosotros y su desarrollo como persona.
En una próxima entrada os contaremos unas técnicas de relajación para mantener la calma con nosotros mismos y por supuesto en familia.